Don Juan ha seducido a Elvira. Luego, satisfecho, la abandona para correr nuevas aventuras amorosas. Elvira lo sigue, se reúne con él y le pide las razones de su partida. Don Juan se libera con una de sus habituales tretas. Ultrajada, Elvira le recuerda la justicia divina, a la que Don Juan ignora. Cuenta con la ayuda del fiel Sganarelle para raptar a una muchacha en el mar. Pero una terrible tormenta los hace naufragar y los arroja a la costa, donde dos campesinos los salvan. Impenitente, Don Juan se dedica a seducir a la prometida de uno de sus salvadores, no sin antes prometer matrimonio a otra...