Los niños encuentran una antigua fotografía de un hombre con barba y equipo de excavación de minas de oro que resulta ser su bisabuelo. Este hombre barbudo había emigrado a Canadá muchos años atrás para buscar oro. Esta idea entusiasma a los niños y se las arreglan para contactar a su tía Anna, que los invita a Canadá a visitarla. Estando allí, resulta que hay una historia de una vieja mina de oro y un mapa del tesoro. Los niños contraen la fiebre del oro y salen a buscar el oro perdido, que podría todavía estar oculto en una mina que está abandonada desde hace cincuenta años. Pero no sólo serán sorprendidos por los paisajes, la naturaleza y los animales canadienses, sino que también por los dos sospechosos buscadores de oro que anhelan el mismo tesoro.