Bernadine Williams (Alfre Woodard) es una funcionaria de prisiones que, a lo largo de varios años, se ha alejado cada vez más de su marido para centrarse en realizar ejecuciones en una prisión de máxima seguridad. Cuando empieza a generar una relación especial con uno de los presos que ingresan en su sector, Anthony Woods (Aldis Hodge), Williams comienza a darse cuenta de que algo ha cambiado dentro de su ser. Nuevas preguntas comienzan a asomar en su mente, algunas relacionadas con la ética de la pena de muerte, otras con los deseos reprimidos que durante décadas ha intentado suprimir.