Nueva York, 1963. En la radio suenan The Four Seasons, Smoke Robinson, The Shirelles y Ben E. King. Las cosas no son fáciles en el Bronx. Los chicos forman bandas callejeras, como la de los Wanderers, integrada por muchachos de origen italiano. Las diferencias con las bandas rivales, a veces de otras razas, son irreconciliables. Y la violencia es el camino más directo para resolverlas.