Dave Robincheus (Alec Baldwin) es un antiguo detective de homicidios que vive con su mujer (Kelly Lynch) en un tranquilo pueblo de Louisiana, tras haber superado su adicción al alcohol. Un día, ambos presencian el accidente de un avión cuya única superviviente es una niña, de la que la pareja se hace cargo. Pero Dave asegura haber visto el cadáver de alguien que la policía no reconoce haber encontrado y comienza a investigar por su cuenta.