Ryan (Sean Faris) junto a otros de sus amigos se dedican a correr en carreras de coches callejeras. Las organiza Reece (Tamer Hassan), un tipo que hace apuesta con ellas además de grabarlas y publicarlas en Internet mientras que los corredores apenas perciben un pequeño porcentaje de todos los ingresos que generan. En la última carrera de la temporada, Ryan, cansado de la situación, decide destapar el secreto de Reece con las apuestas y poner a los participantes en su contra. Esto provoca que las apuestas se eleven bruscamente en contra de los corredores. el jefe de Reece, el Sr. Frank (Danny Dyer), lleva tiempo preparando a estos conductores para una carrera mortal al estilo "Hostel" con la que complacer los deseos más sádicos de sus clientes millonarios. Para garantizar la participación de los muchachos, les ponen un collar en el que cuello con control remoto que los hará detonar si desean quitárselo o romper las normas abandonando la carrera. Sólo tienen sesenta minutos para intentar ser el ganador y con ello salvar su vida. ¿Logrará Ryan salir de esta pesadilla de alta velocidad?