Thomas Van Hasebroeck tiene ocho años y está convencido de que al nacer fue confundido con su vecino Alfred. El resultado es que está viviendo la vida de Alfred, y éste la suya. Sueña con llegar a ser agente secreto para vengarse de su destino, pero en vez de eso se hace topógrafo. Un día conoce a Evelyne y se enamora de ella, pero hay alguien que ya está viviendo ese amor. Sesenta años después, el anciano Thomas convencido de que ha desperdiciado su vida, recupera los sueños infantiles y se lanza en busca de Alfred para que le devuelva la vida que le ha robado.