En febrero de 1952, una de las peores tormentas que jamás haya sufrido la costa este de Nueva Inglaterra daña a un petrolero frente a la costa de Cabo Cod. En un pequeño bote salvavidas, enfrentándose al temporal y a las gélidas temperaturas, cuatro miembros de la Guardia Costera se disponen a rescatar a los 30 marineros atrapados a bordo del buque que se está hundiendo.