Marion "Mad Dog" Casey ha sido una importante y polémica figura del fútbol profesional, pero últimamente su boca ha superado a los logros en el campo. Después de que no le renueven el contrato y nadie muestre interés en él, comienza a pasar más tiempo con su hija de diez años, lo que le sirve para descubrir la afición de la pequeña por el fútbol.