Martín, un conductor de autobús, ha decidido suicidarse. A sus treinta y tantos años se siente fracasado en todos los aspectos de su vida. Cuando está a punto de tirarse por el puente, un individuo llamado Salva lo intenta retener. La primera reacción de Martín es mandarlo a paseo, piensa que es un buen samaritano que quiere hacer el bien al prójimo o algo así. Las intenciones de Salva son otras: le propone un negocio: si está decidido a suicidarse.. ¿Por qué no