Para Toby Wilson todo empezó como un tranquilo verano cualquiera en la pequeña ciudad de Granger, en Texas. Justo antes de que Granger se convirtiera en un circo virtual, cuando Zachary Beaver "el chico más gordo del mundo" llegó a la ciudad. En su camión decorado con luces de colores, Zachary es un espectáculo hecho persona, que come todo lo que le ponen delante, gruñe a todos con su fuerte acento de Nueva York y ofrece a los pueblerinos dosis de Aptitudes, en mayúscula.