Nueva York, 11 de febrero de 1946. El gángster Lucky Luciano, principal responsable, en los años 30, de los sangrientos enfrentamientos entre distintas bandas mafiosas, es expulsado de los Estados Unidos. Condenado en principio a 35 años de prisión, la pena quedó reducida a sólo nueve por los servicios prestados al ejército norteamericano. De regreso a Italia, transforma rápidamente Sicilia en el centro mundial del tráfico de heroína. Pero el Departamento de Narcóticos, dirigido por Charles Siragusa, intentará desmantelar las operaciones criminales de Lucky Luciano.