El detective de policía Kevin Harrison (Michael Madsen, “Kill Bill 1 y 2”) está a punto de retirarse. Pero antes ha de resolver un último caso junto a un policía novato, Cole Davies. Se han desencadenado una serie de misteriosos y brutales asesinatos y la policía aún no tiene ninguna pista clara. Lo más sorprendente es que hay un nexo entre estos crímenes y la muerte del antiguo compañero de Harrison, Mark Spencer, (Michael Rooker, “El Sexto Día”, “Replicant”) dos años atrás. Los métodos poco ortodoxos del novato Cole chocan frontalmente con los de Harrison, aunque quizás sea lo que necesitan para atrapar al asesino. Pero Harrison está convencido de que Cole oculta algo.
Con cada nuevo crimen surgen pistas que guían a la policía... como las piezas de un rompecabezas gigante introducidas en las gargantas de las víctimas: juntas forman una fotografía de la ejecución de Mark Spencer... y de su ejecutor.