9 de marzo de 1977. Francine Hughes es arrestada por prenderle fuego a su casa mientras Mickey, su exmarido, dormía plácidamente. Las pruebas son irrefutables y es acusada de asesinato con premeditación. En la cárcel del condado repasa su historia para Ayron Greydanus, su abogado de oficio. Los problemas empezaron poco después de casarse en 1964, cuando su posesivo marido la golpeó delante de sus amigos por reirse de él. La escalada de violencia avanzó imparable y ya no se detuvo a pesar del nacimiento de sus tres hijos.