En 1827, un aventurero inglés y su esposa cruzan los mares a bordo de un bergantín. Llevan consigo 300 plantas de café traídas del Yemen y, tras muchas vicisitudes, llegan a Chiapas (México), donde esperan hacer fortuna. Por aquel entonces Chiapas era un estado autónomo, recién liberado de la Capitanía de Guatemala e indeciso en cuanto a su anexión a México. En medio de la belleza y la hostilidad de la selva surge una historia de amor que coincide con la llegada del café a la región.