A pesar de su timidez, un conductor de limusinas de Manhattan se lanza a hacer cosas tan estrafalarias como dar lecciones de cocina, natación o mantener una relación inverosímil con una persona adorable pero que es también un perdedor nato. La película, presentada en Sundance en 2010, supuso el debut de Philip Seymour Hoffman como director. (FILMAFFINITY)