Es la accidentada historia de una novicia que aún no ha profesado, que atraída por el porte varonil de uno de los capitanes ingleses del ejército que ha llegado a la península para luchar contra las tropas napoleónicas invasoras, abandona el convento descendiendo entonces de su pedestal una imagen de la Virgen que allí se veneraba para ocupar su puesto y evitar el natural escándalo que entre las demás novicias y todo el pueblo hubiera producido la deserción de la culpable.