En el barrio privado de Altos de la Cascada, la vida transcurre idílica como siempre, entre casas que imitan mansiones con grandes jardines y piscinas climatizadas. Separado de la realidad por muros y cámaras que todo lo vigilan, el country de Altos es una burbuja perfecta en un país erizado de espinas. Una mañana tiene lugar un descubrimiento macabro: tres cadáveres aparecen flotando en una piscina. El hallazgo conmueve a esa cerrada comunidad, que se apresura a etiquetarlo de accidente y a definirlo como tragedia e infortunio. Pero la revisión de las últimas actividades de las víctimas hace dudar sobre el carácter accidental de esas muertes.