En el siglo XIII, el veneciano Marco Polo inicia un bravo viaje con dos misioneros que se dirigen a la corte de Kublai Khan, el emperador Mongol conquistador de Oriente, con la intención de convertir al cristianismo a la nación más populosa y rica de la época. Los misioneros se vuelven antes de cruzar los Montes Pamires, dejando que Marco, su padre Niccolo y su tío Maffeo sigan viaje a través de los vientos helados y los desiertos de Taklamakan y Gobi. Víctimas de los bandidos, debilitados por el hambre y la sed y quemados por el temible sol del desierto, continúan el viaje en busca del reino de leyenda del Gran Khan. Al llegar encuentran un mundo sorprendente que Occidente jamás podría haber concebido y donde todo, desde la religión a la guerra o la cultura, pone en entredicho aquello en lo que Marco creía antes de iniciar su viaje. Marco Polo vivió 20 años como embajador en la corte de Kublai Khan, y los relatos que trajo a Europa a su regreso cambiaron para siempre el curso de la historia.