Ricardo quiere ser actor pero su padre desea más bien que sea un abogado, sin embargo Ricardo logra salirse con la suya y filma una película bastante accidentada ya que alguien la busca sabotear. Ricardo es acusado de dicho sabotaje por lo cual es llevado al juzgado en donde siendo su propio abogado logra salir avante y descubrir el verdadero saboteador. Su padre termina por reconocer que puede ser tan buen abogado como actor.