Martín ya retirado de su oficio de héroe debido a su matrimonio con Rosario, tiene que volver en principio para ayudar a una amiga de unos asaltantes. Como se había comprometido con su esposa a no salir en defensa de nadie, se siente entre la espada y la pared, pero ella, finalmente, le devuelve sus pistolas y su promesa para poder combatir a Los Coyotes, quienes en venganza la emprenden contra la familia de Martín y así todo se torna en un asunto personal.