Un trastornado magnate de los medios de comunicación intenta enfrentar a las dos grandes potencias mundiales Y el agente 007 (Pierce Brosnan) deberá adentrarse en esta mente diabólica para evitar un desastre a nivel mundial Con unas secuencias de acción extraordinariamente dinámicas que incluyen una persecución memorable por las calles (¡y cielos!) de Saigón, esta película sitúa de nuevo a Bond en una aventura no apta para cardíacos.