Ridge Racer da un giro en su trayectoria y cambia de manos. El estudio europeo Bugbear Entertainment toma la saga de Namco Bandai y, manteniendo su estilo de conducción arcade, la convierte en un juego de destrucción en el que los escenarios irán cambiando vuelta a vuelta, pudiendo aprovechar sus atajos y hacer que los coches rivales choquen. Cuenta también con un editor de circuitos y posibilidades de compartirlos online.