1943. La gran batalla de Stalingrado ha terminado. Batallones de prisioneros alemanes son conducidos a campos de concentración. A uno de estos campos, el 5110/47, llega el médico militar Fritz Böhler, Böhler no puede olvidar su juramento hipocrático y se salta todas las reglas del campo para poder operar de peritonitis a un alférez. El médico y su equipo además de robo, pueden ser acusados de asesinato en caso de que fallezca el alférez.