"Historias de la cripta" o "Cuentos de la Cripta" comenzó a emitirse en televisión en 1989 con la intención de revindicar el género de terror con el mismo romanticismo que lo hiciera "La dimensión desconocida" de Rod Serling en la década de los 50 y 60. Las historias eran adaptaciones de la colección de comics de terror que la editorial EC Comics había publicado en la década de los 50, en los que los personajes se veían enfrentados con destinos de lo más tétricos y donde cada historia era presentada por "El Guardián de la Cripta", gran anfitrión del horror que comentaba detalles escabrosos de cada cuento y que incluso se burlaba con ironía de los lectores. Esta forma de introducir el comic se conservó en la serie de televisión en la que cada episodio está precedido por un muñeco cadavérico, que resulta una excelente versión del que aparecía en las historias originales de papel.