Ermo, vive a lado de sufijo y de esposo enfermo quien ya no es capaz de trabajar, por lo que ella tiene que mantener a su familia; para ello, se dedica a vender tallarines con la esperanza de juntar lo suficiente para comprar un televisor y ver todos aquellos programas que desea. Un día en uno de sus viajes a la ciudad, descubre que puede vender su sangre, por lo que de ahí en adelante se sacrificará para obtener más dinero, aun a costa de su propia salud.