En la ciudad de Basilea la gente ha aprendido a sobrevivir sin preguntarse qué hay más allá del gigantesco pilar que los salvaguarda. Los gases tóxicos tiñen de ocre el paisaje y la vida ya sólo es posible gracias a los sistemas de supervivencia de la torre. La humanidad se encuentra en su peor momento pero al menos los habitantes de Basilea pueden disfrutar de la luz del sol y de los pocos seres vivos que quedan en la Tierra. Desgraciadamente, las diferencias siempre serán algo implícito a nuestro espíritu y, como si se tratase de un esquema de distinción e importancia, los ciudadanos más acomodados disfrutan de la vida y las vistas en los pisos superiores de Basilea mientras que los pobres viven en los inferiores, desempeñando duros trabajos a través de los pocos rayos de luz que se cuelan entre los miles de engranajes y mecanismos. El oficio de cazarrecompensas está muy valorado en esta época de desesperación y eso es precisamente a lo que se dedican Zephyr, Vashyron y Leanne. Los tres jóvenes no se imaginan hasta donde les llevará su valentía y sus ansias de botín… Puede que a descubrir el pasado de Basilea.