Unos arqueólogos descubren la tumba de Gengis-Kan en el desierto de Gobi. La noticia da la vuelta al mundo. El malvado Fu Manchú piensa que quien posea la máscara y la espada del legendario guerrero logrará la unión de los pueblos de Oriente, y con ellos conquistará el mundo. Para conseguirlas, decide enviar a sus hombres a capturar al descubridor de la tumba.