Lo importante es poner en marcha nuestra máquina y disfrutar de los resultados en poco tiempo. La primera sensación que experimenta cualquier persona que comienza a hacer ejercicio apenas pasados dos o tres días es la de tener “pilas nuevas”.
Y es que en contra de la creencia de que si estamos cansados debemos descansar, la práctica habitual del ejercicio físico es tal vez la herramienta más utilizada hoy en día en terapias médicas para combatir estados de decaimiento y cansancio temporal o crónico como, entre otros, la astenia primaveral. Un programa de actividad física como este con un tono didáctico y ejercicios sencillos de realizar se convierte en una ayuda para personas sanas en las que el beneficio es muchísimo mayor y más rápido.