Larita, vecina de Ernest Hemingway en La Habana de 1956, es una joven muy humilde que lucha por ingresar en la Universidad. La lectura de El viejo y el mar la lleva a establecer un paralelo entre el personaje literario y su propia vida. La lucha del hombre por alcanzar un sueño que está más allá de sus posibilidades, esencia de la obra de Hemingway, le llevará tal vez a su propia destrucción, pero nunca será vencido.