En 1859, Henry Dunant, un joven apasionado y tenez de Ginebra, dirige una mina en Argelia. Preocupado por mejorar las condiciones de vida de los colonos vuelve a Europa, dispuesto a entrevistarse con Napoleón III. En su viaje hacia Italia, en donde se encuentra el Emperador, Dunant es testigo de las atrocidades de la guerra y del desamparo en que se encuentran los heridos de ambos bandos. Allí surge la idea de crear una organización internacional que, amparada por leyes internacionales, supliera esta situación carencial en todos los conflictos. Una organización que cuidara de todos los soldados heridos en los campos de batalla, sin importar su raza, credo o religión, que visitara a los presos en sus cárceles, y proveyera de ayuda a los refugiados. Esta institución que fundó Henry Dunant se llamó "La Cruz Roja". (FILMAFFINITY)