Después de la muerte de su padre, Kale (Shia LaBeouf) se convierte en un chico silencioso, huraño, retraído y perturbado hasta el punto de que el juez ordena su arresto domiciliario. Su madre Julie (Carrie-Anne Moss) trabaja día y noche para mantener la casa, pero su único agradecimiento es la indiferencia y el letargo. Las paredes de la casa empiezan a oprimir a Kale, que acaba convirtiéndose en un mirón a medida que empiezan a interesarle los pequeños acontecimientos que puede seguir desde las ventanas de su casa de la periferia. Un día comienza a sospechar que uno de sus vecinos (David Morse) es un asesino en serie. ¿Será verdad o son imaginaciones creadas por su encierro forzoso? (FILMAFFINITY)