"El triunfo de la voluntad" (Triumph des Willens) arranca de una inocente y tímida coartada argumental (el congreso nazi celebrado ese año en Nüremberg) para glorificar el proyecto político de Hitler, presentado al principio de la película como un Dios que cae del cielo (la secuencia de la llegada en avión). Como todo Dios, es aclamado y vitoreado por el pueblo, por lo que son recurrentes e inevitables los planos del público, tanto civil como militar. El documental consiste, básicamente, en mostrar toda la maquinaria de desfiles nazis y en ver lo amaestrado y embobado que estaba un pueblo que soportaba sin inmutarse (e incluso con pasión) los discursos continuados de toda la cúpula dirigente del partido único, concluyendo con el maestro de ceremonias, Adolf Hitler.