Si hay que reconocerle algo original a Aldrich es que fue el pionero del género de "Terror de Viejas". Dos hermanas actrices han visto como el estrellato de una significó el ocaso de la otra. En la vejez componen un dúo muy patético: una (Crawford) está lisiada y depende para comer y vivir de su hermana, Baby Jane (Davis), que es la encarnación de la madrastra temida que se da tiempo para el desequilibrio mental y para perseguir a su hermana discapacitada en una demostración del más crudo sadismo fraternal jamás visto hasta el momento en la pantalla.