En "Cheque en Blanco", la vida de Preston Waters de 11 años de edad, dará un giro total cuando un criminal atropella su bicicleta y le entrega un cheque en blanco
Firmado precipitadamente, para cubrir los daños
¡Es el derroche jamás soñado!
Más tarde Preston completará por un millón de dólares el cheque, lo hará efectivo, y todos sus sueños se harán realidad; comprando su propia casa, convirtiendo a sus hermanos mayores en sus empleados, motando en una limusina con chófer, y por supuesto, comprando todos los juguetes que un niño pueda desear
Pero los maleantes intentarán recuperar sus dinero y el FBI anda tras ellos
Preston aprenderá que lo más duro de tener un millón de dólares es intentar que dure