En el pueblo de Santiago de Alfaro, una noticia periodística da por muerto al ranchero Ricardo. Prendados de su belleza -y tras recibir un pago de doce mil pesos- las autoridades del pueblo permiten que la bella Aurora Campos pase a ocupar la residencia del desaparecido. La noticia resulta ser falsa y Ricardo trata de reinstalarse en su propiedad, lo que desencadena una batalla campal entre el ranchero y la bella posesionaria.