El día de su jubilación, el detective de homicidios de Nevada, Jerry Black se entretiene en su oficina por última vez antes de hacer frente a la fiesta sorpresa dada en su honor. Abrumado por la generosidad de sus colegas, Jerry acepta de buena gana su regalo: un billete de avión para el viaje de sus sueños, ir de pesca a México. Pero cuando se descubre el cuerpo de una chica de ocho años asesinada en las montañas cubiertas de nieve, el jubilado, a su pesar, es incapaz de mantenerse al margen. Jerry ofrece su pericia en el escenario del crimen y se encarga de comunicar la terrible noticia a los padres de la víctima. La apenada madre suplica a Jerry que le dé respuestas. Enfrentado a la trágica naturaleza del crimen, al sufrimiento de los padres y a su propia incertidumbre sobra la vida después de dejar el cuerpo de policía, Jerry jura encontrar al asesino. (FILMAFFINITY) ---------------------------------------- El detective Jerry Black, justo durante su jubilación, ha hecho una promesa que no puede romper: coger a un asesino que no puede encontrar.... La novela de Dürrenmatt, ya llevada al cine por Vajda en "El cebo" (1958), vuelve en esta adaptación americana de manos de Sean Penn y el gran Jack Nicholson. La suma del talento de ambos ofrece un thriller atípico e intenso, de corte "intelectual" -la intriga se concentra en el retrato psicológico de los personajes más que en la propia trama de misterio- y que despliega todo un magistral recital de contención de Nicholson, acompañado de la estupenda Robin Wright Penn y de varios apariciones -Del Toro, Redgrave, Shepard, Stanton, Rourke- de agradecer. Muy interesante. (Pablo Kurt: FILMAFFINITY) ---------------------------------------- "Buen filme que se resiente de estar hecho a medida y para lucimiento de Nicholson" (Ángel Fdez. Santos: Diario El País) ---------------------------------------- "Sean Penn dirige con personalidad y solidez (...) Jack Nicholson me conmueve con su sobria, matizada, admirable interpretación del triste personaje que la protagoniza. (...) A Penn le interesa más la atmósfera, las pinceladas psicológicas y las sugerencias que la trama lineal y el obligado suspense de una película policiaca. Lo que cuenta es muy triste. También interesante y creíble (...) No es una obra maestra, pero sí un lujo enormemente agradecible" (Carlos Boyero: Diario El Mundo)