Un peligroso terrorista detenido -y a punto de morir- y un agente especial del FBI acuden al quirófano para intercambiar sus rostros. Así el policía podrá infiltrarse con la personalidad del primero e intentar encontrar un arma biológica que el detenido ha colocado en algún lugar de Los Ángeles. Pero el terrorista sale del coma y se escapa. Con este curioso aunque inverosímil argumento arranca este filme del especialista en cine de acción John Woo que se convirtió en un gran éxito de taquilla (FILMAFFINITY)
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"Punto de partida atractivo (...) no hay guión, ni historia, ni nada. Sólo explosiones y tiros, muchos tiros" (Javier Ocaña: Cinemanía)