En medio de las calles cargadas de odio, corrupción y violencia aparece un policía de métodos poco ortodoxos llamado Brennan (Nick Nolte). Cuando Brennan mata a sangre fría a un ladrón de poca monta, alega que ha sido en defensa propia y al ayudante del fiscal del distrito Reilly (Timothy Hutton) le asignan la investigación del caso. La inocencia de Brennan resulta difícil de probar cuando unos testigos claves aparecen asesinados. Alguien está tratando de encubrir a Brennan, y éste y Reilly no puede ser más distintos en cuanto a sus ideales, pero en lo que respecta al homicidio, unos hilos invisibles les unen, apretando la soga alrededor del cuello de alguien... pero, ¿De quién?