A Stan Ross (Bernie Mac) le encantaba jugar al béisbol y lo hacía con pasión, energía, en-tregando hasta la última gota de su talento in-nato. Pero en el camino, la fama se le subió a la cabeza. La egocéntrica estrella terminó su carrera prematuramente, sorprendiendo a sus compañeros de equi-po al retirarse egoístamente en medio de la temporada, después de conseguir su hit número 3.000, los que se necesitan para conse-guir una placa en el Hall of Fame del béisbol. Diez años después, descalifican tres de los hit de Mr. 3.000 y este holgazán de 47 años y desentrenado intenta regresar. Se apunta al gimnasio y se enfrenta a pitchers a los que dobla la edad y descubre que los hits ya no son tan fáciles de conseguir como antes. A los medios de comunicación les encanta meterse con el jugador y disfrutan des-pedazándolo cada vez que hace un strikeout. Ahora, sólo su ex no-via (Angela Bassett) cree en él y Stan tendrá que recuperar su pa-sión por el pasatiempo nacional de los Estados Unidos o confor-marse con ser -Mr. 2997-.