El 25 de noviembre de 1960, los cuerpos de las tres hermanas Mirabal se encontraron en el fondo de un acantilado en la costa norteña de la República Dominicana. Reseñado como un fatal accidente por la prensa oficial, la cuarta de las hermanas, conocidas como las Mariposas, se encargó de mantener el legado de la familia, su feroz ofensiva contra el régimen de Trujillo. Su lucha comenzó cuando Minerva rechazó las propuestas indecorosas del dictador, lo que llevó al asesinato de su padre. Patria, otra de las mariposas, organizó la oposición.