A Gigli (Ben Affleck), un inepto matón que hace pequeños trabajos por las calles, la mafia le encarga un nuevo trabajo: secuestrar al hermano de un prestigioso fiscal californiano. Cometido el delito, lleva al joven, que tiene discapacidad mental, a su apartamento. Pero la mafia envía a Ricki (Jennifer Lopez), una asesina a sueldo, para que vigile el trabajo de Gigli y se asegure de que todo va según lo planeado.