8 de diciembre de 1941, Estados Unidos declara la guerra a Japón. Durante los siguientes años las fuerzas americanas estaban totalmente concentradas en la batalla en el Pacífico, tomando las islas una por una de forma lenta y con dirección hacia las costas de Japón. Durante esta campaña brutal, el ejército japonés lograba romper constantemente las comunicaciones militares codificadas, lo que retrasaba el avance de las tropas estadounidenses. En 1942, se reclutaron cientos de indios navajos para que emplearan su idioma con el fin de que sus emisiones no pudieran ser descifradas por el enemigo japonés.