Nobuo Nagano es un joven que, cuando es contratado por los ferrocarriles de Sapporo, rememora su infancia: cómo descubrió que su madre no estaba muerta, sino que había sido repudiada por la suegra por ser cristiana; cómo defendía a la pequeña Fujiko cuando otros niños se burlaban de ella por su cojera. De vuelta a Sapporo, Nobuo se enamorará de Fujiko, la cual, agravada su minusvalía, vive postrada en cama; y acabará por abrazar la fe cristiana con todas las de la ley.