Mientras aún estaba en la escuela de cine, Diego (Dida Andrade) se destacó como uno de los estudiantes más prometedores. Sin embargo, al llegar al mercado laboral, no logra consolidarse como cineasta, viéndose obligado a filmar ceremonias de boda. Mientras lucha por hacer su primera película y ser reconocido como director, intenta sobrevivir a su mayor miedo y objeto de deseo: las mujeres. Todavía tiene que afrontar su complicada relación con las mujeres, que despiertan en él el deseo y el miedo. Tiene una pasión platónica por una joven bibliotecaria, pero no sabe cómo acercarse a ella.