Tres luchadores auxilian en la carretera a la bailarina Nora y Lita su secretaria. El doctor Simons y su hijito son raptados y llevados ante su colega Tanner, expulsado del colegio de médicos, que quiere vengarse y obliga a Simons a que le injerte un corazón artificial. El doctor acepta para salvar a su hijo. Luego Tanner lo invita a una misa negra en el cementerio donde salen varias momias. Simons se desmaya y creyéndolo muerto lo arrojan a un barranco. Las momias buscan sangre para el doctor y causan destrozos en la ciudad. La policía y los luchadores investigan y derrotan a las momias y Tanner muere por falta de sangre.