Charlie se enamora de una mujer que le destroza el corazón cuando se fuga con un enano afromericano. La mujer ha tenido tres hijos con él y le deja tirado con los tres churumbeles. Pero Charlie quiere a sus retoños, así que los cría por sí mismo, dando lugar a estrambótica familia. No sólo es que no se parezcan a su padre, ¡es que además poseen un coeficiente intelectual de superdotados! A pesar de su inteligencia, Charlie, que babea por ellos, insiste en que hablen el lenguaje de la calle porque quiere que se sientan parte de su cultura.