Ollie se siente totalmente hundido cuando descubre que la mujer de sus sueños se encuentra felizmente casada con François, un apuesto y gallardo oficial de la Legión Extranjera. Tratando de olvidar sus problemas, convence a su amigo Stan para alistarse en la Legión, donde son enviados a un fuerte en el Norte de África. Una vez allí, comprueban, en sus propias carnes, que la decisión tomada no fue la más adecuada y que, realmente, el ejército no es para ellos. Por todo esto, deciden desertar, aunque terminan siendo arrestados y condenados al pelotón de fusilamiento.