Unos supuestos indios pieles rojas roban un pony, un caballito mandado por el embajador del Japón. Una nota de Machaco, jefe de los apaches, informa de que si no ha recibido un millón de dólares antes de cuatro días, el pony morirá. El cónsul japonés pone el millón a disposición del banquero Butler. Para transportar un arquita conteniendo un millón de dólares confían la misión al más pundonoroso, honrado e infeliz Sheriff del condado, Jack el Negro. Pero el arquita con el millón se ha convertido en una obsesión para un simpático y audaz bandido conocido por El Suizo. También interviene en el asunto un japonés llamado Sakura, cuidador del pony. El Suizo, Jack el Negro y Sakura juntan sus fuerzas para rescatar el pony. Cuando llegan al poblado de Machaco se enteran de que Machaco nada tiene que ver con el asalto al tren, realizado por un grupo de blancos disfrazados de indios, y que el arca no contiene dinero, sino una carga de dinamita que hará volar en pedazos al que la abra. Todo esto ha sido tramado por Butler, que manda a un grupo de renegados.