Abandonados en las lejanas costas de Madagascar, los neoyorquinos han ideado un plan tan loco que hasta podría funcionar. Con precisión militar, los pingüinos han reparado un viejo avión estrellado. Una vez abordo, esta improbable tripulación permanece en el aire el tiempo suficiente para aterrizar en el lugar más salvajes de todos: las vastas llanuras de la propia África donde la tripulación se encuentra por primera vez con seres de su propia especie.